El día 2 de febrero es la fiesta de la Presentación del Señor en el templo. Desde el año 1997, por iniciativa del beato Juan Pablo II, se celebra ese día la Jornada Mundial de la Vida Consagrada. En ese día miramos a la vida consagrada y a cada uno de sus miembros como un don de Dios a la Iglesia y a la humanidad. Juntos damos gracias a Dios por las Órdenes e Institutos religiosos dedicados a la la contemplación o a las obras de apostolado, por las Sociedades de Vida Apostólica, por los Institutos Seculares, por el Orden de las Vírgenes, por las Nuevas Formas de Vida Consagrada.
La tarde no sería igual sin sus amaneceres abarrotados de sugerencias y bellezas; la tormenta no sería igual sin la presunción del arco iris y su complicidad con la luz; la vida no sería igual sin la presencia de los altruistas y los que están dispuestos a entregarse en las causas más nobles de la humanidad;
1 comentario:
Yo doy gracias a Dios por todas aquellas personas que han decidido seguir los pasos de Jesús desde la opción fundamental de la vida consagrada.
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