“Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.” Jn 3, 14-21
TE ADMIRAMOS, SEÑOR
Por lo mucho que nos amas.
Por estar junto a nosotros,
cuando te abandonamos.
TE ADMIRAMOS, SEÑOR
Tú eres la verdad, frente a la mentira
Tú eres la luz, ante la oscuridad
Tú eres el amor, frente al odio.
TE ADMIRAMOS, SEÑOR
Tu generosidad no tiene límites
Tu cruz abraza a todos los hombres
Tú fuiste enviado para nuestra salvación
TE ADMIRAMOS, SEÑOR
No permites que nadie nos perdamos
No quieres que nos condenemos
No deseas que nos caigamos
TE ADMIRAMOS, SEÑOR
Tu cruz, Señor, es nuestra salvación
Tu cruz, Señor, es tu mucho amor
Tu cruz, Señor, es redención.
No hay comentarios:
Publicar un comentario