2 de diciembre de 2011

TRASCENDIENDO FRONTERAS.

Los colegios de San Miguel y Mataderos (de Argentina) y de Montevideo, compartimos en Uruguay unos hermosos días, conociéndonos y creciendo juntos en el camino de Cristo.

Llegamos de madrugada y por la mañana tuvimos la temática de “soñar” y sin inconveniente alguno nos lanzamos a ello, proyectando sueños para nuestra vida. Por la tarde estuvimos en el nuevo campo del colegio, y allí participamos de un programa radial (“Radio María”) donde nos presentamos como comunidad Calasancia y opinamos sobre diversos temas de actualidad que hacen a nuestro ser de jóvenes, animando también ese momento con cantos. Ya por la noche, compartimos la Santa Misa celebrada por el P. Leonardo que acompaña a las Madres Calasancias en todas las actividades religiosas del colegio.

Al segundo día por la mañana, cerramos con una dinámica en grupos para después compartirla frente a todos. Del colegio, partimos luego a almorzar al campo de la familia Sanguinetti (una familia muy querida del colegio y que forma parte de la Comisión de Padres) que nos invitaron atentamente a su mesa, allí cantamos y pasamos un buen momento. Luego nos encaminamos hacia la costa uruguaya, a Piriapolis, donde disfrutamos de una tarde de playa terminando la jornada con una cena frente al mar. Durante este día fuimos acompañados por el Movimiento Calasancio Uruguayo quienes muy atentos nos esperaron, recorrimos juntos la playa y luego nos despidieron.

Fue una linda experiencia para todos, y espero que en la próxima se pueda unir a nosotros los colegios de Chile.

Abrazo en Cristo,

Evelyn Thames, Colegio Divina Pastora de San Miguel.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Esto si que es comunión calasancia! Hace 2 años tuvimos una convivencia los del Movimiento Calasancio de Martos y de Daimiel y su lema era: ROMPIENDO FRONTERAS.
¿Será este un deseo en toda nuestra familia calasancia?

Anónimo dijo...

Evelyn, gracias por sumarte a esta experiencia y compartirnosla. Me gusta tu deseo de que se sumen los colegios de Chile. Ya hemos cruzado un océano, ¿porque no cruzar ahora la Cordillera de los Andes?.