30 de abril de 2012

MI EXPERIENCIA DE LA PASCUA

No sé cómo empezar, la verdad. Todo el/la que me conoce sabe que soy de pocas palabras, que me cuesta la misma vida ponerle nombre a todo lo que siento. Quizás  porque lo de Dios es tan grande, tan infinito, y lo que llegamos a percibir es tan poquito, que todo lo que decimos o es muy nuestro o es muy escaso…
Siete pascuas, ninguna igual, todas, un regalo del Padre.
Todos los años me pasa lo mismo, cuando se acercan las semanas a la pascua empiezo a medio arrepentirme. Me entran las dudas de si debería ir o no, empiezo a pensar que quizás toca quedarse un año con la familia. Pero la semana de antes me doy cuenta de que no soy yo, sino que es Dios el que me pide que vaya. Quiere que vaya para demostrarme aún más cuanto me ama, porque sabe que en mi día a día, con mis prisas, facultad, trabajos, exámenes, encargos,… no lo busco. Y aun así me regala estos días que marcan mi vida. Días que me hacen despertar y darme cuenta de que no camino sola. Él siempre tiene una persona, una palabra oportuna, un detalle en el que se me hace presente su amor.
Estos días me lo ha demostrado con todo eso. En la comunidad que me ha regalado. En las conversaciones de corazón a corazón con ciertas personas, y en los silencios llenos de calor en los que me sentía abrazada. En llantos pero sobre todo, en muchas risas.



Cómo cuatro personas, una familia increíble, ejemplar, dejan entrar en su casa a 14 desconocidos y comparten con nosotros ese amor inmenso. Nosotros vimos a Dios esa tarde, en esa casa, pero también nosotros fuimos ese Dios encarnado para esa familia. Cómo cuando rezamos el Padre Nuestro cogidos de las manos, ese Julián lloraba y decía al Padre: “Señor, Tú sabes que no te olvido”. Se me encoge el corazón todavía cuando me acuerdo y hace que me cuestione muchas cosas.

Todos coincidimos en lo mismo, no fuimos muy bien acogidos por el pueblo, pero ahí está Dios haciéndose pequeño en esos niños que desde el primer momento nos dieron su confianza compartiendo con 14 niños grandes lo que sentían y nos regalaron esas risas tan enternecedoras.
En la evaluación decíamos que había sido corta, pero hemos vivido tanto…
Es inexplicable como se puede vivir tantas cosas en tan solo 4 días, tantos sentimientos... Lo que está claro es que es posible por una sola razón, Dios vive, y  está vivo en cada uno de nosotros.


Gusti, GRACIAS ,  Pili, GRACIAS, Laura, GRACIAS, Encarni, GRACIAS, Noe, GRACIAS, 
Antía, GRACIAS, Santi, GRACIAS, Alberto, GRACIAS, María, GRACIAS,  Marina, GRACIAS, 
Mª Ángeles, GRACIAS, Marta, GRACIAS, Ely, GRACIAS.


Creo que todo se resume en las palabras que he dejado en facebook y en tuenti, que para quien no lo haya leído aquí lo dejo: Así es muy fácil, vivir una semana donde recordamos el dolor de alguien que dio su vida por nosotros y donde nos alegramos por la VIDA: en un lugar tan hermoso, en una casa acogedora y con gente tan especial. 


¿Por qué somos especiales?... Porque somos capaces de sentir su amor en los detalles más sencillos: conversaciones, silencios, risas, llantos... y capaces también de transmitirlo. Porque somos ese Dios encarnado.


Por eso somos especiales, porque en este mundo tan inmenso, solo somos un puñado de privilegiados los que lo sentimos vivo, los que creemos que con Él todo es más fácil, los que lo vemos, conocemos y amamos... GRACIAS de corazón... por formar parte de mi historia...”

Rocío Casado, Sanlúcar de Barrameda 

28 de abril de 2012

FIESTA DE LA DIVINA PASTORA


OFRENDA A LA DIVINA PASTORA

María, Madre y Pastora,
te ofrezco todo lo que tengo y lo que soy.
Quiero poner mi vida bajo tu guía y cuidado,
para seguir a Jesús y con tu ayuda parecerme a Él.
Que mis ojos aprendan a mirar
descubriendo la bondad y necesidad de los demás.
Que mis manos estén siempre
dispuestas a prestar ayuda.
Que mi corazón se mantenga siempre encendido
para amar, como Jesús, a fondo perdido.
Que mis oídos permanezcan abiertos
para escuchar las voces de los que sufren
mis pies sean ligeros
para socorrerles en el momento preciso.
Que mis labios pronuncien
palabras de agradecimiento y de ánimo
y mi vida no deje de dar gracias al Padre
por darnos a Jesús.
María, Madre y Pastora
este es el camino que tú recorriste
y que yo también quiero andar.
Cuando me asalte el miedo, la duda o el cansancio
acógeme en tu regazo
y recuérdame el amor que me tiene Jesús.

AMÉN

17 de abril de 2012

LA PASIÓN EN GAVILANES

Al que más o al que menos le cuesta salir de su casa, abandonar la normalidad del día a día para enfrascarse a un ambiente desconocido y presentarse ante una nueva realidad con buena disposición.

El lugar elegido, en el que jóvenes calasancios de toda España nos reuniríamos para celebrar el triduo Pascual, fue Gavilanes (Ávila)




En esos días no solo importaba la necesidad o las ganas que tuviera cada uno de pararse y compartir su tiempo con los demás, sino el hecho de acompañar a Jesús y rememorar el por qué de sus actos y su entrega de
amor sin medida.

Nada más llegar nos pusimos al servicio del grupo, acondicionamos la casa, preparamos los sitios donde pasaríamos más tiempo (Tabor, Betania, Cenáculo y Ain Karem) y compartimos, en la medida de lo posible, nuestro tiempo con el pueblo: participamos en las distintas celebraciones, visitamos a una de las familias que allí residían y disfrutamos de la compañía de los niños buena parte de nuestras mañanas.

Si algo destacaría de esta Pascua es el grupo humano que nos hemos juntado (Alberto, Encarni, María, Mª Ángeles, Marta, Marina, Ely, Rocío, Antía, Santi, Noemí, Gusti, Laura y Pili), realmente hemos vivido en comunidad, como una auténtica familia y eso es muy enriquecedor.

Daba gusto llegar a Betania (nuestro lugar de encuentro), al calor de la chimenea y compartir una anécdota, una reflexión que te surgiera durante el día, una inquietud que abordaba tu corazón, una canción al son de la guitarra…

Ha sido un tiempo donde las palabras en muchas ocasiones sobraban, porque hay gestos que hablan por sí mismos…un silencio compartido, una mirada, una sonrisa, un abrazo, unos ojos vidriosos, un suspiro…Han sido días de compartir de manera espontánea, donde el amor que allí había era decidido y con sentimiento. Donde el día del amor fraterno no dejó indiferente a nadie, todos recibimos muchos de esos pequeños detalles que la vida nos regala y donde hubo gente que se hizo muy presente a pesar de no estar allí físicamente; pero no solo en el día del amor fraterno se sentía eso porque en todo momento se hablaba de corazón a corazón. Un tiempo vivido intensamente, tanto a nivel personal como comunitario, un tiempo de, por y para Dios.

No tengo otra manera de expresar lo que siento que con un sincero GRACIAS por compartir conmigo esos días, por ser cada uno de vosotros un regalo e instrumento de Dios y por confirmarme que viviendo lo calasancio se es feliz ¡GRACIAS!

Noemí Santiago

12 de abril de 2012

PASCUA EN PUEBLO DE DIOS

Otro año más, un grupo de monitores del Movimiento Calasancio y algunos componentes de la comunidad educativa del colegio de Martos hemos tenido la suerte de poder vivir la Pascua en Pueblo de Dios. Comenzamos celebrando el Domingo de Ramos 18 personas. Una religiosa (Rocío Vázquez), un matrimonio que colabora en el Voluntariado Misionero Calasancio (Pepe Cuesta y Conchi Bonilla) y 15 jóvenes (Teresa, Elena Rivera, Ana, Maripaz, Andrea López, Elena García, María, Andrea Torres, Javi, Rafa, Pepe, Antonio, José, Cele y Carlos).

Cada año, en Pueblo de Dios se propone un lema para profundizar y tratar durante la semana. El lema de este año ha sido “SER”. Con él, se quería incidir en lo que somos, en lo que podemos descubrir dentro de nosotros, en vivir el sentido auténtico de la Pascua y en profundizar en la verdadera esencia de las cosas. ¡Y vaya si lo hemos hecho!

Con este lema, nuestro numeroso grupo participó de la PREPASCUA, que son los días previos a la Pascua. O lo que es lo mismo: lunes, martes y miércoles. Junto a nosotros se encontraba la comunidad y algunas personas que también venían a compartir su vida. Estos días están destinados a prepararnos por fuera y por dentro para el paso de Dios en nuestras vidas. Por la mañana teníamos una pequeña oración con la comunidad antes de desayunar, y después una breve reflexión para “rumiar” durante la mañana. Tras este momento, se proponían el servicio en labores y trabajos que hacía falta llevar a cabo para la preparación del lugar para la Pascua. Es necesario aclarar que Pueblo de Dios es de todos, y todos formamos parte de él. Es nuestro también, ya que también construimos y vivimos de este sueño. Por ello, nuestro grupo decidió vivir al mismo ritmo y la misma manera de todas las demás personas de la comunidad. Dichas labores consistían en adecentar los lugares para vivir, limpieza, arreglar los caminos y el terreno, preparar pan para comer durante la semana, distribuir materiales, preparar las zonas comunes para los encuentros… En definitiva, poner a punto todo para la llegada de la gran masa de gente a partir del jueves. Por la tarde, tomábamos un café juntos, y compartíamos nuestras ideas, opiniones, experiencias acerca del tema de reflexión propuesto por la mañana. Este rato era siempre muy enriquecedor para todos. A continuación, celebrábamos la Eucaristía diaria.

Como se puede apreciar, la PREPASCUA ha sido días de compartir entre nosotros y con la gente que se encontraba allí. Nos hemos enriquecido mucho de la convivencia, ya que aún no había mucha gente, por lo que las relaciones han sido muy cercanas, tanto en el trabajo como en la reflexión y en la oración.

En la PASCUA (a partir del jueves), comenzó a llegar mucha gente para vivir en comunión estos días tan especiales. Hasta 400 personas. Entre ellas, se unieron a nuestro grupo dos jóvenes más (Bea y Pedro) y otro componente de la comunidad educativa del colegio que participa también en el VMC (Nicolás). Ellos vivieron con nosotros todas las actividades durante el jueves, viernes y sábado. Actividades tales como grupos de formación, talleres, momentos de compartir, enriquecedoras charlas, vía crucis, hora santa y oficios.

Se puede decir que en la PREPASCUA nos centramos en estar al servicio, de una manera libre, de todos. Y en la PASCUA vivimos más desde la participación de las distintas celebraciones y el mayúsculo enriquecimiento personal, ya que experimentamos en primera persona la pluralidad y la variedad de la iglesia.

Todos coincidimos en que vivir la Pascua en Pueblo de Dios es una experiencia fuerte e importante, en la que compartimos juntos a cientos de personas distintas la fe, siendo partícipes de la unión de todos. Tratando de vivir en primera persona el Evangelio, y considerando al que está al lado como un hermano. Llenándonos del amor de Dios, y siendo todos juntos constructores de su reino.


Aquí en esta tierra hemos vivido de una forma especial, diferente y sincera nuestra fe, a la misma vez que hemos ahondado en nuestra identidad calasancia.

Para concluir, dar las gracias por la oportunidad que se nos ha vuelto a brindar, e invitar a todos a vivir esta experiencia que es única y que verdaderamente nos acerca a Dios y a SER su pueblo.

Pepe Cuesta (hijo)

9 de abril de 2012

VIVIR LA PASCUA EN GAVILANES

Que gran experiencia vivir la Pascua.

Este año he vivido la Pascua en Gavilanes junto a 13 personas. Once jóvenes calasancios: Rocio, Santi, Marina, Encarni, Antía, Mariángeles, Eli, Marta, María, Noemí y tres religiosa: Madre Gusti, Madre Pilar y Madre Laura. Durante estos 4 días de Pascua hemos compartido oraciones, reflexiones, celebraciones, cocina, risas.....

Nuestros días se organizaban de la siguiente manera: tras el desayuno teníamos un rato de oración y después no poníamos a realizar las tareas de la casa, limpieza de baños, de la cocina, ir a la compra, recoger el comedor..... Luego dependiendo de los días pues teníamos un momento de reflexión o talleres con los niños del pueblo. El sábado fuimos a comer a Arenas de San Pedro y allí visitamos el santuario de San Pedro Alcántara. Por las tardes, teníamos una reflexión y puesta en común para terminar el día con las celebraciones. Y un via crucis en el pueblo curioso por la hora en que se celebró, las 8 de la mañana pero que aun siendo temprano la gente participaba en él.

El haber compartido esta experiencia con personas de diferentes lugares de España ha sido para mí muy enriquecedor; pues he visto como todos compartimos nuestra fe y como cada uno tiene unos detalles, que aporta y que, no solo, nos diferencian sino que nos enriquecen el doble. A nivel personal, también me ha enriquecido las experiencias de fe compartidas y los diferentes gestos o manera en que cada uno lo ha expresado. Y resaltaría, la unión como grupo que ha hecho todo más llevadero y más cómodo el compartir diario.

Podría decir muchas palabras, para expresar esta Pascua vivida en Gavilanes. Pero me quedo no tanto con palabras sino con hechos. Hechos que han marcado cada día, cada reflexión, cada oración, cada sentir interior, cada celebración, cada risa..... porque la Pascua es un momento de unión para recordad la pasión y muerte de Cristo. Murió porque nos amaba y recibimos con alegría su resurrección. Y que mejor forma que celebrarla en grupo calasancio.

Estos días y el buen ambiente, también han posibilitado momentos para compartir nuestras dudas, inquietudes personales, nuestras opiniones y hacer de ello ayuda para el otro. No quiero olvidar la ayuda al pueblo. Nos comprometimos con el pueblo en las celebraciones con nuestros cantos y aportando nuestra voz para las lectura. Además pudimos ver a Dios en una familia, una familia que visitamos de dos persona mayores del pueblo: Julián y Julia que tenían dos hijos con deficiencias mentales, Enrique y Juan Carlos y aun así pudimos ver esa alegría en sus ojos y compartir un rato con ellos. Yo creo que a ninguno se nos podrá olvidar una frase que dijo Julián: “ÈL sabe que me acuerdo de Él”. Y nos comprometimos con los niños, nos pusimos al servicio de ellos y compartimos nuestro amor mediante los juegos y talleres.

Son pocas palabras para tan buenos momentos, en los que yo me llevo un poquito de cada uno, un poco de su forma de ser y expresarse, un poco de su entrega, un poco de disponibilidad, un poco.... Jesús nos ha unido en esta Pascua de Gavilanes y su vivencia; y cada uno aún siendo de una parte, seguiremos estando unidos.

Me gustaría terminar, mi pequeño compartir con esta frase evangélica: ''Si el grano de trigo muere da mucho frutos''.

A nivel personal la frase me dice que tenemos que dar todo de nosotros, darnos a los demás, sabiendo que Dios está ahí a pesar de que sintamos miedo, porque también Jesús tuvo miedo. Pero, en medio del miedo, comprendió su misión. La misión que la había encomendado el Padre y se dio por los hombre, murió y resucitó.

FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN A TODOS,

Alberto González

8 de abril de 2012

JESÚS HA RESUCITADO

"¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?"

¡Jesús ha resucitado! ¡Aleluya!

Alegría y paz a todos, Jesús ha resucitado. El gozo se desborda en nuestros corazones. Elevamos nuestras manos en su nombre y nuestros corazones cantan llenos de gozo. Bendito seas Jesús. Tú eres el vencedor de la muerte y nos has hecho partícipes de la vida eterna.
Ante tan grata noticia, seamos como María Magdalena portadores de ella, para llevar la alegría a otros.Hagamos de este mundo un lugar donde Dios se sienta cómodo. La gloria de Dios es la felicidad de los hombres mujeres. Encontramos fuerzas en Jesús resucitado para seguir adelante.

Que Jesús resucitado nos acompañe siempre y nos bendiga.

¡Feliz Pascua de Resurrección!

6 de abril de 2012

VIERNES SANTO: DAR LA VIDA

Hoy muere.
Al amanecer del viernes, le juzgan. Tiene sueño, frío, le han dado golpes. Deciden condenarle y lo llevan a Pilatos. Judas, arrepentido, no supo volver con la Virgen y pedir perdón, y se ahorcó. Los judíos prefirieron a Barrabás. Pilatos se lava las manos y manda crucificar a Jesús. Antes, ordenó que le azotaran. La Virgen está delante mientras le abren la piel a pedazos con el látigo. Después, le colocan una corona de espinas y se burlan de Él. Jesús recorre Jerusalén con la Cruz. Al subir al Calvado se encuentra con su Madre. Simón le ayuda a llevar la Cruz. Alrededor de las doce del mediodía, le crucificaron. Nos dio a su Madre como Madre nuestra y hacia las tres se murió y entregó el espíritu al Padre. Para certificar la muerte, le traspasaron con una lanza. Por la noche, entre José de Arimatea y Nicodemo le desclavan, y dejan el Cuerpo en manos de su Madre. Son cerca de las siete cuando le entierran en el sepulcro.


Lo diste todo, Jesús,
no te reservaste nada para ti,
y yo, a la primera, me canso...
y abandono... y me quejo...
y paso factura... y te dejo.

Quiero hoy contigo entregar mi vida,
decirte que quiero vivir como tú,
pedirte que me saques de la vida mediocre,
del «ir tirando», como todo el mundo,
sin la valentía de gastar mi vida en amar como tú.

Hoy te entrego mi vida,
renuevo mi compromiso, fortalezco mi entrega,
y ante la cruz te digo:
Aquí estoy, Jesús,
para hacer con mi vida,
tu voluntad.

5 de abril de 2012

JUEVES SANTO, AMAR HASTA EL EXTREMO

Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que llegaba la hora de pasar de este mundo al Padre, después de haber amado a los suyos del mundo, los amó hasta el extremo...
...y se puso a lavarles los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que llevaba ceñida...
...si yo, que soy Maestro y Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros mutuamente los pies...
Si lo sabéis y lo cumplís, seréis dichosos. (Jn 13,1-17)

¿Quién es la gente del Jueves Santo?

Aquellas personas que creen que el amor es lo que puede mover la vida entera, y también los que deciden hacer de su vida corriente momentos extraordinarios; los que saben ver y buscar el amor y el servicio en las cosas más ordinarias de la vida: un estudio que a veces se torna monótono, un trabajo que con el paso del tiempo va perdiendo su carácter novedoso.
La gente del jueves santo es la gente corriente que hace lo que todo el mundo, pero no como todo el mundo. Desean que su vida esté marcada por el amor, el buen humor, el servicio generoso; que no mira cuándo el otro hizo por última vez lo que hoy yo hago, simplemente su preocupación es hacerlo y agradar.
Este es el reto que plantean: amar siempre y servir siempre

1 de abril de 2012

Domingo de Ramos, Comienza la Semana Santa

«Al día siguiente las muchedumbres que iban a la fiesta, oyendo que Jesús se acercaba a Jerusalén, tomaron ramos de palmas, salieron a su encuentro y gritaban: Hosanna, bendito el que viene en nombre del Señor; el Rey de Israel Jesús encontró un borriquillo y se montó sobre él, conforme a lo que está escrito: No temas, hija de Sión. Mira a tu rey, que llega montado en un pollino de asna. Sus discípulos no comprendieron esto de momento, pero cuando Jesús fue glorificado, entonces recordaron que estas cosas estaban escritas acerca de él y que fueron precisamente las que le hicieron.» (Juan 12, 12-16)

Jesús, empieza la Semana Santa.
En pocos días vas a culminar tu misión en la tierra.
Vas a dejar tu mandamiento nuevo, el mandamiento del amor;
vas a lavar los pies a tus discípulos y a rogar por ellos,
no para que se aparten del mundo, sino para que el Padre los preserve del mal;
vas a pedir por los cristianos de todos los tiempos, para que permanezcan unidos;
y te vas a entregar en el acto de donación más sublime jamás visto: la Eucaristía.
Vas a sudar sangre mientras pides al Padre que pase de Ti este cáliz,
pero que se haga su voluntad.
Te van a apresar; tus discípulos -tus amigos- te abandonarán.
Te azotarán y golpearán; se van a burlar de Ti
Y llevarás la Cruz de tu muerte y de mi salvación hasta la cima del Calvario.
Allí estará tu Madre; y Juan, tu discípulo amado, a quien la vas a confiar.
Allí morirás después de salvar al buen ladrón y pedir perdón al Padre por los que te ajusticiaban.
Todos estos pensamientos se agolpan en tu cabeza en este día triunfal,
como un eco que resuena tras los gritos de la gente que te aclama:
«¡Hosanna; bendito el que viene en nombre del Seño, el Rey de Israel!»
Que me dé cuenta, Jesús, de que para conseguir la gloria,
he de pasar primero por la Cruz.