OFRENDA A LA DIVINA PASTORA
María, Madre y Pastora,
te ofrezco todo lo que tengo y lo que soy.
Quiero poner mi vida bajo tu guía y cuidado,
para seguir a Jesús y con tu ayuda parecerme a Él.
Que mis ojos aprendan a mirar
descubriendo la bondad y necesidad de los demás.
Que mis manos estén siempre
dispuestas a prestar ayuda.
Que mi corazón se mantenga siempre encendido
para amar, como Jesús, a fondo perdido.
Que mis oídos permanezcan abiertos
para escuchar las voces de los que sufren
y mis pies sean ligeros
para socorrerles en el momento preciso.
Que mis labios pronuncien
palabras de agradecimiento y de ánimo
y mi vida no deje de dar gracias al Padre
por darnos a Jesús.
María, Madre y Pastora
este es el camino que tú recorriste
y que yo también quiero andar.
Cuando me asalte el miedo, la duda o el cansancio
acógeme en tu regazo
y recuérdame el amor que me tiene Jesús.
AMÉN
1 comentario:
Feliz día de nuestra Madre, la Divina Pastora, y que ella nos conduzca y nos proteja siempre.
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