Desde el momento en que tuvimos noticia de que se iba a celebrar el Encuentro Internacional Calasancio, lo hemos vivido con muchísima ilusión porque sabíamos que se trataba de un hecho histórico y una oportunidad única para encontrarnos con toda la familia calasancia, de la que nos sentimos parte. Podríamos conocer un poco más al P. Faustino y la manera de vivir el carisma en aquellos lugares en los que las calasancias están presentes.
Pero a medida que se acercaba el momento nos comenzó a entrar el miedo, ya que Pablo, en agosto, tendría quince meses y nos inquietaba como pudiera responder ante el viaje, los horarios, al calor y las aglomeraciones. Además, a finales de mayo, nos enteramos de que Pablo pronto tendría un hermanito.
No fueron pocos los momentos de duda y oración para discernir si debíamos o no participar en el encuentro. Hoy, damos gracias a Dios por habernos ayudado a ser valientes y tomar la decisión de participar. Porque Pablo, a pesar de su corta edad, a nuestro entender, se comportó como “Todo un hombrecito”.
Para nosotros el encuentro ha sido una experiencia muy especial que nos ha llenado de Vida y de ilusión al confirmarnos lo que ya intuíamos, que somos parte de aquel sueño que el P. Faustino tuvo y puso en manos de las religiosas calasancias, educar evangelizando.
2 comentarios:
Me ha dado mucho gusto, como a tantos otros que han participado, el conocerlos y verlos presentes en todas las actividades. Pablo se llevaba todas nuestras miradas de ternura y qué bien le sentaba la "pañoleta". El ver un calasancio de ley tan pequeño, nos habla de la vida y esperanza que anida en nuestra familia calasancia.
Que valientes fuisteis al poneros en camino los "cuatro". Gracias porque con vuestra presencia enriquecéis a nuestra familia, y con vuestro testimonio contagiáis muchas ganas de seguir adelante.
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