"Me di cuenta que no importan las fronteras,
ni los océanos que nos separan. Todos somos uno en Dios
y seguidores del beato Faustino"
Para mí, haber vivido el Encuentro Internacional Calasancio y la Jornada Mundial de la Juventud, transformó mi vida. Provocó un cambio en mi manera de pensar y de cómo me planteo las cosas todos los días.
Fue una experiencia absolutamente única, en la cual conocí muchos lugares y muchas personas distintas y maravillosas, de las cuales aprendí algo nuevo todos los días. Me di cuenta que no importan las fronteras, ni los océanos que nos separan, todos somos uno en Dios y seguidores fieles del Beato Faustino.
Personalmente me ayudó a muchas cosas, entre ellas a valerme por mi mismo, a saber que el amor, la tolerancia, la comprensión y el respeto son claves para el día a día. Pero lo más importante de todo lo aprendí fue a amar, por sobre todas las cosas a mi familia, a mi congregación, a las religiosas y a todos los que me rodean, regalando una sonrisa y una palabra de comprensión y de cariño todos los días. Gracias Señor por este hermoso regalo.
FRANCISCA ABUMOHOR
Colegio Divina Pastora de Ñuñoa (Santiago de Chile)
1 comentario:
Gracias Francisca. Cuanto bien ha obrado Dios en los corazones de todos los que hemos participado de esta aventura.
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